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El cerebro es la base orgánica del desarrollo de nuestro cuerpo y de nuestra inteligencia y en esta última se apoya la voluntad para decidir nuestros actos. La educación eficaz nos enseña a generar SINERGIAS POSITIVAS, para aprovechar mejor el potencial de nuestro cerebro.
El cerebro trabaja con más eficacia si se dan tres circunstancias:
1. Recibir la información necesaria:
El aprendizaje está en función del estímulo, las aptitudes y la voluntad. Debes lograr que tus hijos reciban la información necesaria de lo que esperas de ellos, con un estímulo que los lleve a actuar bien.
2. Las condiciones adecuadas:
Dile a tus hijos las cosas con delicadeza, cuando estén alegres, espera a que estén tranquilos, crea un ambiente de confianza, que noten que les hablas con cariño. En estas condiciones los filtros de atención son más eficaces.
3. La información debe ser procesada correctamente:
Tus hijos deben estar suficientemente motivados para que quieran hacer suya la información recibida y actuar. Es necesario que la información llegue bien al cerebro, pero no es suficiente para que éste actúe.
Muchas órdenes sin que te hagan caso, son demasiado esfuerzo y escaso resultado; esto se denomina: SINERGIA NEGATIVA.
Muchas órdenes sin que te hagan caso, son demasiado esfuerzo y escaso resultado; esto se denomina: SINERGIA NEGATIVA.
Métodos para lograr una sinergia positiva:
- A un acto indebido, busca preguntas que conduzcan a respuestas positivas.
- Hazles ver que te das cuenta de sus buenas acciones y las valoras.
- Mejora su autoestima: eventualmente cometen errores, pero no les pongas etiquetas. Ejemplo: el mentiroso, la perezosa, etc.
- Jueguen a decir aspectos positivos de los otros miembros de la familia y cópienlos en una hoja, al final tendrán una larga lista de cualidades.
Lo mejor para educar, es un atracón de cariño.Fernando Coraminas.
Basado en el libro “Cómo educar la voluntad” de: Fernando Coraminas.