Las emociones negativas te afectan tanto como tú lo permitas.

(Foto por trolf)

Es maravilloso compartir aprendizajes que le pueden servir a alguien en un momento determinado. Cuántas veces hemos sentido nuestro corazón lleno de emociones negativas por decepciones, pérdidas y, a veces, lo dejamos llenar de angustia, gran ansiedad, ira, frustración, miedo y dolor excesivo. Estas emociones nos pueden traer multitud de efectos negativos como una notable reducción de: energía, fuerza, velocidad, resistencia, concentración y motivación.

Pues bien, lo que nos afecta cuando estamos así no es lo que nos pasa, sino lo que pensamos de eso que nos pasa. Leyendo el libro “EL MATADRAGONES QUE TENÍA EL CORAZÓN PESAROSO” de Marcia Grad Powers, encontré algunas ideas que quiero compartir, pues han sido útiles en mi vida personal y, en especial, en mi vida familiar; son las siguientes:

a) Adversidad

Es la realidad que estás viviendo en un momento determinado. Esto no lo puedes cambiar, es lo que te está sucediendo simplemente.

b) Creencia

Visión, pensamientos acerca de la realidad que estás viviendo. Esto sí lo puedes cambiar, puedes pensar que es terrible, horrible, injusto, insoportable o solamente que es lamentable o incómodo y que lo puedes soportar.

c) Consecuencias

Son los sentimientos y acciones, conocidas también como conductas. Éstas surgen automáticamente de tus creencias (b), cuando piensas que algo es terrible, horrible, injusto, insoportable; tu corazón se pone pesado, te enfermas y te sientes desdichado. Pero cuando piensas que es lamentable, incómodo y que lo puedes soportar, tu corazón está liviano y te sientes tranquilo.

d) Discutir 

Se refiere a que es bueno confrontar nuestros propios pensamientos para tomar conciencia de lo que pensamos y así lo podamos cambiar o corregir. Es asumir los pensamientos que tenemos desde una nueva perspectiva y lograr cambiar los terribles y horribles, en lamentables o incómodos y los debería y tendría, en me gustaría o quisiera.

e) Nueva filosofía de vida 

Es vivir de forma consciente teniendo en cuenta los siguientes puntos:

1. No te midas ni midas a los demás. 
2. Reconócete como una persona valiosa, por el simple hecho de existir. 
3. Cree firmemente que eres bueno por lo que eres, no por lo que haces. 
4. Entiende que todo el mundo comete errores. 
5. Los problemas, los errores y los fracasos son maestros. 
6. La mayoría de la gente no va a ser tan dura contigo como lo eres contigo mismo. 

Si te gustó esta información, te recomiendo leer el libro que mencioné anteriormente. Espero que te sea tan útil como lo fue para mí.

Por:
Diana María Soto Pineda
Madre de un joven y una jovencita

Miembro del consejo de padres del Colegio Teresiano de Envigado

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